La batalla de Junín fue el inicio de la victoria final de la Independencia del Perú. El 6 de agosto de 1824 el ejército patriota comandado por Simón Bolívar, se enfrentó a los realistas comandados por el general Canterac. España no aceptaba la pérdida de sus colonias y su ejército constituía una amenazaconstante.
La arenga de Bolívar a las tropas antes de la batalla fue: "Soldados, vais a completar la obra más grande que el cielo ha podido encargar a los hombres... El Perú y la América entera aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria ¡Vosotros sois invencibles!
La feroz batalla de Junín duró sólo 45 minutos. No hubo ruido de disparos porque se libró cuerpo a cuerpo con armas blancas. Siendo las 4 pm., la derrota peruana en las pampas de Junín parecía inminente. De pronto la precisa intervención de los Húsares del Perú al mando del Isidoro Suárez y Andrés Rázuri logran la victoria independentista. Los Húsares del Perú tomaron desde entonces el nombre de "Húsares de Junín".
Después de la victoria, las palabras de Simón Bolívar fueron:
“La campaña que debe completar vuestra libertad ha empezado bajo los auspicios más favorables. El ejército del general Canterac ha recibido en Junín un golpe mortal, habiendo perdido, por consecuencia de este suceso, un tercio de sus fuerzas y toda su moral. Los españoles huyen despavoridos abandonando las más fértiles provincias… Bien pronto visitaremos la cuna del Imperio peruano y el templo del Sol. El Cuzco tendrá en el primer día de su libertad más placer y más gloria que bajo el dorado reino de sus Incas.”
Nota:
El desempeño del escuadrón Húsares del Perú definió la gloria emancipadora. El Mayor Andrés Rázuri de origen peruano, dijo haber recibido órdenes del mismo Bolivar para proceder, una afirmación absolutamente falsa. Es así que, no autorizado oficialmente para tomar partido en la contienda, el Húsares avanzó al mando del argentino Isidoro Suárez hacia las fuerzas de Canterac. Éste, que no esperaba tal envestida y pese a haber dispuesto la ofensiva, debió retroceder, hecho que alentó aún más los soldados independentistas que venían desmoralizados producto de la presencia realista que atacaba violentamente.
Ambas fuerzas se enfrentaron en la llanura de Junín, definiéndose el triunfo para el ejército independentista en tan sólo una hora de batalla. El conflicto fue cuerpo a cuerpo, tan solo lanzas sin armas de fuego.
Las bajas realistas fueron alrededor de 250, dejando una centena de prisioneros. En cambio, para los soldados al mando del libertador, el balance fue menos costoso, se vertieron 45 vidas y menos de 100 heridos.
El triunfo de Junín fue de vital importancia para la siguiente lucha, la Batalla Ayacucho, ya que ésta última fue definitiva.
En virtud del brillante desempeño de los Húsares y de la victoria conseguida, el regimiento peruano recibió el nombre “Húsares del Perú”, designación que mantiene en la actualidad.
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