lunes, 14 de mayo de 2012

Caral (6 grado de historia del Perú)

LA CIUDAD MÁS ANTIGUA DE AMERICA
Desde hace cinco millones de años los seres humanos han poblado la Tierra, pero sólo hace cinco mil empezaron a vivir en asentamientos urbanos. Los focos civilizatorios, que tuvieron un desarrollo singular e independiente entre sí, han sido ubicados en Mesopotamia, Egipto, Perú, India, China y Mesoamérica.
En el Perú, la civilización se formó en el área norcentral durante el Período Arcaico Tardío (3000 a 1500 años a.C.). Asentamientos como Caral, Lurihuasi, Miraya, La Galgada, Kotosh, entre otros, fueron construidos casi al mismo tiempo que las pirámides de Giza, en Egipto y las ciudades sumerias de Mesopotamia.
La Ciudad Sagrada de Caral, ubicada en el valle costeño de Supe, a 185 km. al norte de Lima, Perú, fue construida en un área que facilitó el temprano sedentarismo de sus habitantes, sustentados en una economía mixta, basada en la agricultura, pesca, recolección de productos marinos y en el aprovechamiento de los recursos silvestres del valle y de las lomas cercanas. La sociedad de Caral también participó de una intensa red de intercambios que integró a los pobladores de diferentes zonas ecológicas; pudieron tener acceso así, a productos de la sierra y del oriente peruano.
Caral ocupo unas 65 ha. y está compuesta por diversos conjuntos arquitectónicos, entre los que se han excavados: el Sector Residencial de la Sección Alta, el Sector Residencial de Élite, la Pirámide Mayor, la Pirámide del Anfiteatro, el Templo de la Banqueta, el Sector Residencial de la Sección Baja y el Sector Residencial Marginal. Destacan los monumentales volúmenes piramidales y los numerosos fogones distribuidos por toda la ciudad, algunos conductos de ventilación. Éstos habrían estado asociados a prácticas religiosas periódicamente realizadas.
Entre los objetos manufacturados recuperados en Caral se encuentran variadas bolsas de fibra, “shicras”, puestas como exvotos, cestas, textiles de algodón, frecuentemente incinerados, recipientes de mate, husos, abalorios de piedra, concha y madera. El abundante hallazgo de semillas y copos de algodón indica la notable importancia que tuvo el cultivo de esta planta para la sociedad del valle de Supe.
Todos estos indicadores permiten plantear que la población de Supe tuvo una organización con rangos sociales estratificados y un gobierno estatal; y que logró significativos avances en el conocimiento científico, tecnológico y artístico.
El hallazgo en Caral de un conjunto de 32 flautas de huesos de cóndor y pelícano pone en evidencia una elaborada práctica musical y la participación de esta relevante expresión artística en las actividades públicas de los supanos.
Caral en un complejo arqueológico de gran importancia. Desde el punto de vista científico contribuirá a la evaluación de hipótesis relacionadas con el surgimiento temprano de las ciudades, la complejidad de la organización sociopolítica y la formación, por primera vez en el Perú del Estado. Dieciocho fechados radiocarbónicos han permitido establecer su antigüedad en 2627 años a.C. que ubican a Caral como la ciudad más antigua de América.
Desde la perspectiva del desarrollo económico del país, la consolidación y restauración de sus impresionantes edificaciones monumentales convertirían a Caral en un atractivo turístico de primer orden.
Caral es considerada como una “Ciudad Sagrada” por la arqueóloga Shady, quien plantea, tuvo un esplendor de 800 años y que basaron su desarrollo en la producción agrícola y el intercambio de productos con otros asentamientos del litoral y la sierra por el Callejón de Huaylas y la selva por Huanuco.
¿IMAGINAS A MÚSICOS Y ESCULTORES CARALINOS?
Uno de los grandes hallazgos en Caral fueron las 32 flautas hechas de alas de pelícano y cóndores, lo cual demuestra a un pueblo con dominio e expresiones artísticas como música y la escultura, pues en muchos de sus templos están decorados con monolitos.
Aunque resulte cruel, era evidente que uno de los elementos más primitivos de Caral, fue el sacrificio de niños, un ritual mortuorio que creían le daba solidez a sus construcciones. En los templos se sacrificaban niños nobles y en las edificaciones menores niños de clase más bajas. Eso se deduce por los atuendos encontrados.
Observa esta recreación, que nos muestra elementos y posibles características de la forma de vida en Caral.
La Ciudad más Antigua de América
Caral Ciudad Sagrada y Atracción Turística
Tuvieron que pasar seis años desde que se descubrieron los primeros restos de esta milenaria ciudad para que el Estado e prestara la atención debida. Valió la pena, pues la reciente decisión del Poder Ejecutivo de otorgar recursos para la puesta en marcha del complejo arqueológico de Caral, situado en el valle costeño de Supe (departamento de Trujillo), apunta a dos de los propósitos de sus investigadores: impedir su destrucción y convertirlo en un centro de atracción turística internacional.
La partida de un millón 800 mil soles destinada por el Ministerio de Economía y Finanzas para este propósito permitirá en los próximos doce meses continuar con las excavaciones y avanzar en las investigaciones de este impresionante complejo arqueológico –el más grande y antiguo del Perú y de América-, así como construir un museo de sitio que difunda la importancia de este complejo.
Sin embargo, más allá de los trabajos de recuperación y preservación, el objetivo principal consiste en lograr que el valle costeño de Supe sea reconocido como de interés arqueológico nacional. Con ello se elevará el atractivo turístico de la zona, el cual permitirá el crecimiento de las olvidadas poblaciones de la región.
Este es uno de los objetivos de la arqueóloga Ruth Shady Solis, principal gestora del descubrimiento de la ciudad sagrada de Caral y una de la perseverante impulsora del reconocimiento de esta fastuosa obra arquitectónica. Su hallazgo sorprendió a la comunidad científica internacional, pues reveló la existencia en el Perú de un foco de civilización muy antiguo. “El descubrimiento de Caral cambia la historia del Perú totalmente, pero también la del continente americano. Caral es 1,500 años más antigua en el Perú. Al mismo tiempo, revela una antigüedad coetánea a las ciudades del Viejo Continente, ya que se creía que en América la civilización más antigua surgió entre mil y 500 años antes de Cristo, no antes”, sostiene Shady.
Ciudad sagrada. ¿Peró qué es lo que convierte a Caral en la ciudad sagrada más antigua de América y por qué es necesario declarar el valle de Supe como de interés arqueológico y turístico nacional? Shady, directora del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, manifiesta que Caral revela la complejidad de la organización sociopolítica y la formación de un Estado por vez primera en el Perú.
Asimismo, desde el punto de vista científico, esta ciudad contribuirá a la evaluación de hipótesis relacionadas con el surgimiento temprano de las ciudades y al conocimiento de una civilización de avanzada, correspondiente al período arcaico tardío o precerámico tardío, que abarca desde tres mil a 1,500 años a.C. Así lo demuestran dieciocho fechados radiocarbónicos que establecieron que Caral fue construida casi al mismo tiempo que las pirámides de Giza en Egipto y las ciudades sumerias en Mesopotamia.
Ubicado a 185 kilómetros al norte de Lima y situado sobre una terraza aluvial, a la que sólo se puede llegar por un camino carrozable que se inunda constantemente, el complejo arqueológico de Caral, descubrimiento de investigadores peruanos, ocupa 65 hectáreas de terreno. Posee seis construcciones piramidales, unas 32 estructuras públicas en el área central, barrios residenciales, conjuntos de elite, barrios de servidores y barrios marginales de los trabajadores más pobres, lo cual revela la diferenciación económica y social de sus habitantes.
La arqueóloga, reconocida recientemente con la medalla del Sol Radiante por la Asociación Cultural Vidal Hijos de Supe, en mérito a sus descubrimientos de esta ciudad, inició sus investigaciones en 1994. Luego de dos años de exploración, las excavaciones consiguieron, con ayuda de un equipo de exalumnos y a pesar de las limitados recursos, sacar a la luz los restos de esta antigua ciudad.
Valle Arqueológico de Interés Nacional
Sus pobladores no tienen acceso de energía eléctrica ni a carreteras asfaltadas, pero son heredados próximos de la cultura más antigua del continente americano. El valle de Supe, con 90 kilómetros de extensión, concentra en Caral a 150 familias deseosas de participar en el esfuerzo y el apoyo que permita convertir a esta zona en un punto de atracción arqueológica de interés social.
La arqueóloga Ruth Shady vive desde hace siete años en Caral y comparte con sus aproximadamente 800 habitantes las carencias básicas que les impiden salir del atraso. Por ello, está convencida de que el valle costeño de Supe, y no sólo Caral, debe ser declarado de interés arqueológico nacional para su promoción como polo de atracción turística.
El poblado más cercano al complejo arqueológico de Caral se encuentra a dos kilómetros de distancia. No hay carretera asfaltada. Sólo un camino carrozable constantemente enlodado por las inundaciones procedentes de los canales de regadío. Por esa razón, la arqueóloga, junto al equipo de investigadores del Museo Arqueológico y Antropológico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, solicitó el apoyo al Estado para dotar de infraestructura vía al valle de Supe. Asimismo, pidió al Banco Central de Reserva la donación del equipo electrógeno que cambió hasta hace poco tiempo.
Los habitantes de Caral se dedican principalmente a la agricultura, aunque esta es demasiado pobre, debido a que la mayor parte del año el lecho del río está seco y sólo se carga durante el verano. No obstante, sus pobladores, en su mayoría mujeres, se dedican a la elaboración de sombreros y enseres de paja, los cuales ya comienzan a ser puestos en venta con el rótulo de Caral en el lugar de lo que será el museo de sitio.
También se proyecta construir paradores turísticos para orientar a los visitantes, en los que los lugareños puedan ofrecer sus productos y así contribuir a mejorar su situación.
Revistas de prestigio internacional en el ámbito científico, como Science, Discover y Geo, así como la BBC de Londres, dedicaron importantes espacios a la difusión del complejo arqueológico de Caral. “Lo que falta es que el Perú y los peruanos nos preocupemos más por difundir el valor y la importancia de este monumento arqueológico para darle el lugar que se merece”, subrayó.

Extraído de tarea veintiuno



Algo más de Caral
Ubicación

El sitio arqueológico de Caral se encuentra en el departamento de Lima, provincia de Barranca, distrito de Supe, en el valle medio del río Supe, en la costa norcentral del Perú, a 350 m sobre el nivel mar. Está ubicado en una terraza aluvial, en la margen izquierda del río. El clima es templado, el río lleva agua sólo en los meses de verano, aunque en la zona hay afloramientos de agua por la poca profundidad de la napa freática.
La ciudad de Caral fue construida por una de las más importantes civilizaciones del planeta, creada por el trabajo organizado de sus pobladores en un territorio de configuraciones geográficas contrastadas.
Orígenes de las Civilizaciones en el Mundo
Hace 5 millones de años que los seres humanos iniciaron el poblamiento del planeta, pero sólo 6 mil años atrás empezaron a costruir centros urbanos y a integrar redes de interacción a largas distancias.
Seis sociedades en todo el mundo pudieron cambiar sus modos de vida y generar las condiciones que hicieron posible la civilización, el Estado y la formación de las ciudades: Mesopotamia, Egipto, India, Perú, China y Mesoamérica. Es importante conocer cada una de estas civilizaciones porque ellas influyeron en el desenvolvimiento de otras poblaciones contemporáneas y tuvieron un rol fundamental en el desarrollo de las sociedades que las sucedieron en el tiempo.
Pero a diferencia de las civilizaciones del viejo mundo, que mantuvieron entre ellas un sistema de interacción e intercambio de bienes y conocimientos que les permitió aprovechar de las experiencias del conjunto, en el Perú el proceso se dio en total aislamiento, pues Caral se adelantó en, por lo menos, 1500 años a Mesoamérica desarrollandose en el 2500 al 1600 ac., constituyendo el otro foco civilizatorio del Nuevo Continente.
Descubrimiento arqueológico
El primero que llamó la atención sobre Caral fue el estadounidense Paul Kosok, quien visitó el lugar junto con el arqueólogo estadounidense Richard Schaedel en 1949. En su informe, publicado en el libro Life, Land and Water in Ancient Peru, en 1965, mencionó que Chupicigarro (como se le conocía a Caral entonces) debía ser muy antiguo, pero no pudo mostrar cuánto. En 1975 el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de Supe, entre los cuales registró a Chupicigarro, a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes, que presentó en el artículo A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru, publicado en 1985 en el libro Early Ceremonial Architecture in the Andes. El arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar en 1979, levantando un plano y excavando en el mismo. En su libro De las Begonias al Maíz, publicado en 1987, Engel afirmó que Chupacigarro (como aún se conocía a Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 aC), pero sus afirmaciones no fueron aceptadas por los arqueólogos andinos.
En 1994 Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe e identificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los 4 conocidos como Chupicigarro Grande, Chupicigarro Centro, Chupicigarro Oeste y Chupicigarro. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupicigarro, Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupicigarro es el nombre español de un ave del lugar. Shady excavó en Caral a partir de 1996 y presentó sus datos por primera vez en 1997, en el libro La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú. En ese libro sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos in situ. La arqueóloga Ruth Shady, viaja a esta ciudad en forma permanente para continuar el trabajo de las excavaciones y descubrimientos en esta parte de un país arqueológicamente rico y de diversas culturas milenarias.
Importancia
Muchos conocen Cusco como la capital del Imperio Inca y Machu Picchu como el predio de uno de los últimos incas; pero pocos todavía saben que la Ciudad Sagrada de Caral fue edificada por el primer Estado político que se formó en el Perú 4400 años antes que gobernaran los incas.
Caral-Supe representa a la civilización más antigua de América, desarrollada casi simultáneamente con las de Mesopotamia, Egipto, India y China. Los habitantes del Perú se adelantaron en, por lo menos, 1500 años a los de Mesoamérica, el otro foco civilizatorio de los seis reconocidos mundialmente, y en más de 3000 años a la sociedad que edificó las reconocidas ciudades mayas.
El precoz desarrollo de la sociedad de Caral-Supe la convirtió en la civilización más antigua del Nuevo Mundo pero, a diferencia de otros focos civilizatorios, como Mesopotamia, Egipto e India, que intercambiaron conocimientos y experiencias, logró un avance sin precedentes en completo aislamiento de sus coetáneas de América y del Viejo Mundo.
En el Perú, las formas de organización económica, social y política de las poblaciones de Caral-Supe causaron fuerte impacto en la historia del área; trascendieron el espacio y el tiempo, y sentaron las bases del sistema sociopolítico que tendrían las poblaciones de los Andes Centrales.
En el área norcentral del Perú, el modelo de organización diseñado e implementado por el Estado de Supe, condujo por varios siglos el accionar de los individuos en los diferentes campos: económico, social, político y religioso.
La Sociedad de Supe en los Albores de la Civilización
Caral es el asentamiento más destacado de los 18 identificados a lo largo de 40 km del valle bajo y medio de Supe, cada uno de los cuales reúne edificios públicos con la característica plaza circular hundida, además de un conjunto de unidades domésticas. No es Caral el más extenso pero sí el que muestra un diseño arquitectónico planificado y una fuerte inversión de fuerza de trabajo en la construcción de los edificios piramidales. Por la extensión de los asentamientos y por la cantidad de trabajo invertida se hace evidente que ellos tienen un ordenamiento jerarquizado y que había una organización social unificada en el valle. Este patrón de distribución puede extenderse también a los valles de Pativilca, Fortaleza y Huaura, los cuales, al lado de Supe, debieron constituir el territorio base de formación del Estado prístino.

Reconstrucción del Templo Mayor
La ciudad de Caral se encuentra en el inicio del sector medio del valle de Supe, provincia de Barranca, a 184 km al norte de Lima, en el área norcentral del Perú. Es el asentamiento urbano más destacado por su extensión y complejidad arquitectónica de todos los identificados en el Perú entre los 3000 y 2000 años a.C.
Caral ocupa 66 ha, en las cuales se distingue una zona nuclear y una zona marginal. En el núcleo, las edificaciones están distribuidas en dos grandes mitades: una alta donde se pueden apreciar las construcciones piramidales más destacadas, una plaza circular hundida, dos espacios de congregación pública masiva, además de las unidades domésticas y de almacenamiento de los funcionarios, así como un conjunto residencial extenso. La mitad baja tiene edificios de menores dimensiones, aunque destaca el complejo arquitectónico del Anfiteatro, y un conjunto residencial, igualmente, de menor extensión. La zona en la periferia tiene numerosas viviendas agrupadas, distribuidas a modo de archipiélago en «islotes», a lo largo de la terraza que linda con el valle.
Millones de piedras fueron cortadas y trasladadas a la ciudad para la construcción de los edificios públicos, para remodelar los diseños arquitectónicos o para enterrarlos cíclicamente y construir uno nuevo.
Caral y la autoestima social
La primera contribución de Caral a la sociedad actual es en el campo del conocimiento histórico al mostrar la gran antigüedad de la civilización en el Perú y América y modificar con ello concepciones sobre la condición humana en el planeta. En el caso más concreto de nuestro país, la investigación sobre Caral permite conocer las respuestas dadas por sociedades que habitaron por casi un milenio este territorio antes que nosotros; podemos aprovechar las experiencias positivas y desechar aquellas fallidas.
Desde la perspectiva cultural, Caral está llamado a convertirse en uno de los más importantes instrumentos para mejorar la autoestima de los peruanos y a constituirse en el símbolo más destacado de la identidad nacional, por ser la primera civilización, la más antigua de América y el modelo de organización sociopolítica que desarrollarían otras sociedades en períodos posteriores en el territorio del Perú. Nos pone en evidencia la capacidad creadora de los habitantes de este disímil territorio que con esfuerzo y organización lograron ingresar al estadio civilizatorio un milenio y medio antes que otras poblaciones del continente.
En el aspecto económico, la puesta en valor de Caral, a través de acciones de investigación, consolidación y restauración de sus imponentes construcciones monumentales, la convertirá en un destino turístico de primer orden a escala nacional e internacional, y en una fuente de ingresos importantes para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de la localidad y del país en general. Por su valor histórico, cultural y económico, el destinar fondos a Caral no es un gasto es una inversión que contribuirá al desarrollo del país. Confiamos en el cambio de actitudes, en el reconocimiento de los valores de nuestra historia milenaria, que todo peruano debe hacer para afirmarse y conducirse con seguridad, sesionado de la misma visión de desarrollo, en beneficio de los que conformamos esta nación.
Organización Económica
Los pobladores de Supe aprovecharon distintas zonas naturales de su territorio para obtener una amplia gama de productos; tuvieron acceso a los recursos del valle, el río, los puquiales, los humedales, las lomas, los bosques y los montes ribereños.
Maqueta de la Plaza Circular de Caral.
En el valle los campesinos excavaban y limpiaban acequias y cuidaban sus cultivos de zapallo, frijol, calabaza, algodón, camote, ají, mate y tutumo. Asimismo, cultivaban o recolectaban pacay y guayaba. A sus autoridades les entregaban parte de sus cosechas y les prestaban servicios cuando eran convocados para los trabajos colectivos en las tierras y edificios de los dioses.
En el río extraían camarones y peces.Cazaban venados y vizcachas o recolectaban frutos, raíces y caracoles en las lomas. En los humedales cortaban juncos y totoras, necesarios para la elaboración de shicras y petates.
Por los caminos transversales de la costa, sierra y selva los comerciantes de valle llevaban productos agrícolas y pesqueros que eran intercambiados por maderos, hierbas, semillas, pigmentos, plantas medicinales y caracoles, provenientes de asentamientos distantes; los cuales hacían circular, a la vez, por los poblados costeños.
Los pescadores de la costa extraían anchovetas y sardinas, además de machas y choros. Secaban pescado y separaban los moluscos destinados al intercambio. Al igual que los campesinos, entregaban parte de los recursos extraídos y estaban al servicio de sus autoridades.
Los agricultores abastecieron de algodón a los pescadores, fibra indispensable para la confección de las extensas redes que solían utilizar; a la par, los pobladores del valle adquirían productos marinos, necesarios para complementar su alimentación. Se formó así la primera integración socioeconómica entre regiones, dando lugar a una dependencia mutua y a la especialización ocupacional.
Los señores de Caral tuvieron también relaciones comerciales con pobladores de otras regiones, principalmente con los del litoral,que los abastecían de pescados y moluscos.También intercambiaron productos con los costeños de Pativilca y Fortaleza, e inclusive tuvieron vínculos con lugares lejanos como Kotosh en el Huallaga, La Galgada en Tablachaca, Santa; Piruro en el Marañón y Huaricoto en el Callejón de Huaylas.
El intenso intercambio generó un dinámico proceso económico entre regiones y fomentó la acumulacion. Aquellas condiciones permitieron a la sociedad de Supe fortalecer su proceso de integración política bajo la forma de un gobierno estatal y favoreció la formación de clases sociales. La eficacia de esta forma de gobierno puede ser cuantificable por el auge de las construcciones de grandes conjuntos monumentales, que emprendió el Estado.
Organización Política
Para algunos se requiere constatar la presencia de una fuerza militar para probar la existencia de la organización política estatal, pero el primer Estado no tenía enemigos con los que pudiera competir, su poder radicaba en la capacidad de unir a distintas comunidades en una misma ideología.
Ahora que se cumplen 10 años desde el redescubrimiento del yacimiento, se han presentado las imponentes Pirámide Mayor, Pirámide de la Galería, Pirámide de la Huanca, Pirámide Menor y Pirámide de la Cantera, que le otorgan a Caral, a decir de los especialistas, un potencial turístico similar al de la ciudadela inca de Machu Picchu en Cuzco. © EFE.
La religión fue la fuerza que usó el primer Estado para implantar la disciplina laboral y social. Los gobernantes eran sacerdotes, administradores y científicos, encargados de las ceremonias; dirigían los actos y rituales públicos, preparaban los trabajos colectivos y administraban los bienes recaudados, cotejaban los datos astronómicos y elaboraban los calendarios para ajustar las actividades del pueblo. Por otro lado, los agricultores y pescadores reconocían el poder de sus gobernantes pagando tributos en sobretrabajo y servicios, en beneficio de la clase señorial.
Se tenía la certeza popularizada que los dioses les habrían enseñado a preparar sus chacras, trazar sus canales, sembrar las plantas y construir sus hitos; por lo cual era necesario realizar rituales propiciatorios y cumplir con el calendario de ceremonias y ritos al sol, al agua y a la tierra. Todas las actividades, domésticas de producción, construcción, administrativas y gubernamentales realizadas en Caral, están de una u otra forma relacionadas con ofrendas, ceremonias, rituales y sacrificios.
En las distintas edificaciones, ya sean residenciales o públicas, se puede observar la presencia de fogones, usados para la quema de ofrendas; costumbre generalizada que consideraba al fuego como medio para comunicarse con los dioses. La gran cantidad de templos y las constantes remodelaciones que se observan evidencian un sistema relgioso dinámico, en constante renovación y, al mismo tiempo, el poder social de la religión y el voluminoso trabajo invertido por los pobladores con el fin de alcanzar el favor de los dioses.
Se han hallado distintas ofrendas en contextos ceremoniales y en los rellenos de las construcciones:
Estatuillas de arcilla sin cocer, a manera de entierros simbólicos, generalmente representando a mujeres relacionadas con rituales de propiciación o fertilidad.
Textiles y cestos quemados.
Alimentos quemados.
Cruces tejidas u "Ojos de Dios".
Entierros de niños o adultos, algunos ataviados con collares, indicadores de alto estatus.
Cuentas, lascas o fragmentos de piedras semipreciosas,
Spondylus, cuarzo.
Hojas, mates.
Vegetales entrelazados.
Bollos de hojas de sauce.
Conchas de Choro mytilus con cabellos humanos, cuarzo
Organización Social
El Aspecto Político
Las evidencias materiales indican la existencia de clases sociales, diferenciadas por su ubicación en el proceso productivo. La clase dirigente realizaba tareas intelectuales, administrativas, políticas y religiosas, disfrutaba del excedente producido socialmente, vivía en casas extensas y contaba con objetos lujosos, como hachas de cuarzo, asientos de vértebras de ballena y collares de cuentas exóticas. Sus viviendas fueron amplias y muy elaboradas. Por otro lado, laclase más numerosa estaba dedicada a los trabajos agrícolas, y a los servicios prestados en la ciudad. Sus viviendas eran pequeñas y sencillas.
Sacrificios Humanos Rituales
Se han excavado entierros de niños, al parecer tratados como ofrendas relacionadas a eventos constructivos, ya sea debajo de un muro o de un piso.Algunos fueron enterrados con vestidos y collares, como expresión de su posición social elevada.
Por otro lado, se halló un adulto que, al parecer, fue sacrificado; lo enterraron desnudo, con las manos y los dedos cortados, algunos de éstos fueron recuperados en unas hornacinas del recinto enterrado también ritualmente. Cabe resaltar el elaborado peinado que lucía el individuo, de aproximadamente 23 años.
Reconstrucción de un poblador de Caral de hace 5.000 años
Quipu mas antiguo y la reconstrucción del Hombre Caral-Supe
Expertos de distintas disciplinas reconstruyeron la imagen del poblador de Caral con los restos de un hombre encontrados en 2002 en el Templo Mayor, uno de los principales edificios de la ciudadela de barro levantada a 182 kilómetros al norte de Lima.
Los arqueólogos del Proyecto Especial Caral hallaron el esqueleto de un hombre de unos 20 años de edad bajo una capa de tierra y piedras, desnudo y con los brazos cruzados en la espalda.
Se presume que el hombre, de 1,68 metros de altura, fue sacrificado con golpes en la cara y el cráneo, que le provocaron la caída de los dientes incisivos y dos fracturas en el hueso occipital.
Debido a las lesiones encontradas en la zona lumbar de la columna vertebral y en las articulaciones de ambos pies, los expertos suponen que se dedicaba al transporte de materiales para la construcción o que recorría grandes distancias para hacer transacciones comerciales.
Su rostro presentaba cara ancha, frente inclinada y pequeña, cejas poco pobladas, nariz recta perfilada, labios delgados, y cabello lacio enrollado con hilos de algodón.
En las excavaciones realizadas en Caral se encontraron además un "quipu", conjunto de hilos trenzados para registrar hechos o cuentas, pelotas e instrumentos musicales como las antaras (similar a las quenas), sonajas y flautas fabricadas con huesos de animales.
Además, un centenar de figuras de barro halladas en el lugar permitieron descubrir los peinados usados por hombres y mujeres, según su edad y condición social.
Las mujeres usaban largas trenzas que eran recogidas con mantillas, mientras los hombres de la nobleza se diferenciaban porque usaban flequillo, además de las trenzas sujetadas con hilos.
Los vestidos eran de algodón, al igual que las sandalias que calzaban.
Reconstrucción del Rostro del Hombre de Caral-Supe
"Los especialistas han logrado reconstruir el rostro, el peinado, la vestimenta, el calzado e investigar las fortalezas y carencias alimentarias de un habitante que vivió hace 5.000 años en la ciudad sagrada de Caral", declaró a la AFP Jeanet Guillergua, vocera de prensa del Proyecto.
Los arqueólogos hallaron hace cuatro años en Caral (unos 300 km al norte de Lima) un esqueleto -que, se calcula, se trata de un joven de aproximadamente 20 años- entre una capa de tierra y piedras.
"Estaba desnudo con los brazos cruzados en la espalda y no llevaba ninguna ofrenda", agregó la institución en un comunicado.
Con base en ese esqueleto y apoyándose en técnicas forenses, se logró una reconstrucción que permite darse una idea de cómo era su fisonomía.
"El escultor Edilberto Mérida, con el apoyo de especialistas de la Policía, ha reconstruido a un hombre de 1,70 m. en base a fibra de vidrio, similar a lo que se hizo con el Señor de Sipán", agregó Guillergua.
El Señor de Sipán es un conjunto de osamenta y armadura de un antiguo jefe de la cultura mochica, compuesto de oro y plata.
Con base en la reconstrucción se sabe que en Caral "los jóvenes lucían cerquillos, pelo largo y trenzas que envolvían con hilos de algodón y sujetaban con cuentas, las mujeres peinados laboriosos que cubrían con mantillas", señaló.
En la reconstrucción se logró determinar los rasgos faciales del hombre de Caral. Se puede decir que tenía cara ancha, frente inclinada y pequeña, cejas semipobladas, nariz recta, labios delgados, mentón triangular, talla promedio de 1,68 m. y cabello lacio enrollado con hilos de algodón.
El quipu, el sistema de contabilidad que usaban los habitantes peruanos de hace 5000 años y que forma parte de la exposición "La civilización de Caral - Supe, 5000 años de identidad cultural en Perú" en Lima.
se informó que los arqueólogos del Proyecto Caral hallaron recientemente un quipu con una antigüedad aproximadamente de dos mil años antes de Cristo, una cangrejera, antaras, sonajeras y pelotas, entre otras cosas.
Los quipus son ramales de cuerdas, con nudos y varios colores, con los que los antiguos peruanos daban razón de las historias, noticias y de las cuentas.
Según el arqueólogo Carlos Leiva, miembro del proyecto Caral, son una forma de registro igual de válida que la cuneiforme o jeroglífica usada por los mesopotamios o los egipcios.
El Quipu es un mecanismo de nudos utilizado para transmitir información detallada. El haber encontrado uno en la ciudad más antigua de América, revela que hace 5.000 años ya existía un sistema de escritura en esta parte del mundo. En la imagen, la arqueóloga peruana Ruth Shady muestra una figura durante una exhibición en el Museo Nacional de Lima el 18 de julio de 2005.
Datos interesantes de Caral
El descubrimiento de Caral, por sus características, es uno de los más importantes de los últimos años para la arqueología mundial. Una de las peculiaridades que hasta la fecha llama la atención es que no se haya descubierto ningún complejo militar en esta zona.
En Caral no hay indicios de violencia militar, aunque sí hubo violencia para aquel que no cumplía con las normas de la sociedad; el control se hacía a través de la religión. Fue la religión el instrumento de control y coerción que la sociedad tuvo, y que fue ejercido por el grupo que la dirigía. El poder en la población de Caral lo detentaba un grupo de individuos, sobre la base de sus conocimientos directamente vinculados con la reproducción de las condiciones materiales para la supervivencia de la población. Este grupo de dirigentes era el encargado de hacer las observaciones astronómicas para elaborar el calendario y así indicar los períodos de tiempo más convenientes para realizar las diversas actividades económicas. Ellos fijaban las fechas de la siembra y de la cosecha; dirigían la construcción de las terrazas de cultivo y la apertura de los canales de riego; conducían el comercio entre pescadores y agricultores; y hacían llegar los productos hasta largas distancias, en la costa, sierra y selva.
Las construcciones que se hicieron en Caral estuvieron relacionadas con ciertas orientaciones obtenidas de observaciones astronómicas, y es probable que ellas fueran erigidas para ciertos astros, que representaban a los dioses, reguladores de la vida social. Al Sol, la Luna y las cuatro cabrillas, el lucero, etc. (que ellos representaban como seres divinos) les construyeron templos en los cuales se celebraba una serie de rituales de reconocimiento por los beneficios que de ellos recibían. En esas ceremonias y rituales comprometían a toda la sociedad. En suma, el poder que alcanzaron estos señores se cimentó en el conocimiento que ellos poseían y en el ser intermediarios con los dioses, para garantizar el orden social y la reproducción de las condiciones de vida materiales de la sociedad. Ellos desarrollaron conocimientos de matemática, geometría, medicina, que quedaron plasmados en las obras que ahora excavamos los arqueólogos. Hemos descubierto templos de 18 metros de altura que se han mantenido estables por miles de años, construidos con piedras y barro, conformados por terrazas y plazas. También observamos los tratamientos médicos que administraban, por ejemplo, con hojas de sauce, que ahora sabemos contienen ácido salicílico, principio activo de la aspirina y se usa para aliviar el dolor; y otros preparados cuyas evidencias aun se estan recuperando.
La Religión como medio de Cohesión
La religión, entonces, fue el instrumento de cohesión, pero también de control. Al que no cumplía, al que no iba a trabajar a la ciudad, en la construcción, en la limpieza y mantenimiento de los canales, en la siembra y cuidado de las chacras de los dioses, entonces le iba a ir mal, no iba a tener buenas cosechas, sus acciones fracasarían. A través de la religión, por otro lado, esas formas de vida colectiva se lograron fijar, fortaleciendo la congregación y la celebración en ciertas fechas. Así la gente fue desarrollando una identidad de colectivo, de grupo. La religión cumplió un rol muy importante en esta etapa del desarrollo de la civilización, como cohesionador social y como control de la población, para el cumplimiento de las normas que la clase dirigente imponía.
Plagiarismo por arqueólogos Norteamericanos
En palabras de la Dra. Ruth Shady Solíz, directora del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe:
"Los arqueólogos norteamericanos que aparecen en algún documental que se hizo sobre Caral, y que se mostró en algunos países europeos, se presentaron ante nosotros manifestando su deseo de ayudarnos, pero después mostraron su verdadero interés de pasar como los investigadores de Caral, como los directores del Proyecto, cosa que jamás fueron. Nosotros hicimos las aclaraciones pertinentes, reconocimos su aporte económico para la realización de algunos análisis radiocarbónicos de Caral, con fondos que obtuvieron de las instituciones para las cuales trabajan, pero hemos sido enfáticos en afirmar que ellos jamás hicieron excavaciones en Caral, que no participaron en las investigaciones en el sitio y que no formaron parte del Proyecto Arqueológico.
Ellos inicialmente se ofrecieron para ayudarnos a conseguir fondos del extranjero, a lo cual no nos negamos en vista de la situación económica que atravesábamos. Para ello, aceptamos presentar un artículo en conjunto, mediante el cual dimos a conocer los resultados de los fechados radiocarbónicos de Caral al mundo, publicado por la revista Science. Sin embargo, aprovechando la publicidad que acompañó a dicho artículo, ellos se presentaron como los descubridores e investigadores de Caral, como los directores del Proyecto Arqueológico. Simultáneamente, en las páginas web oficiales de sus instituciones ellos aparecieron como investigadores de Caral, como directores del Proyecto Arqueológico. Después de esta mala experiencia ellos pretendieron alegar que todo había sido un malentendido causado por la prensa; un argumento falso en vista de lo que habían publicado en sus páginas web. A pesar de todo esto, insistieron en su propuesta de conseguir fondos para el Proyecto a cambio que le entregáramos la dirección. No aceptamos y decidimos continuar solos, pobres, pero dignamente con nuestro trabajo. Fue una mala experiencia."
Investigaciones  
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS) es una unidad ejecutora del Instituto Nacional de Cultura del Estado peruano que ha planteado un programa una investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico con un enfoque integral, sostenible y multidisciplinario. Por ello se viene trabajando paralelamente en el estudio científico de los sitios arqueológicos del valle de Supe, en la conservación física de los monumentos, en la restauración y puesta en valor de éstos con fines turísticos y en la búsqueda de la aplicación de diversos otros proyectos con la finalidad de fomentar el desarrollo socioeconómico de las poblaciones del distrito de Supe y de la provincia de Barranca. Se busca convertir al rico patrimonio cultural de Caral-Supe, la civilización más antigua de América, en el eje que fomente mejores condiciones de vida para la sociedad actual.
Con esta perspectiva el PEACS viene realizando excavaciones arqueológicas en Caral y en otros sitios aledaños y coetáneos a éste; estudia y analiza los materiales obtenidos; desarrolla un programa permanente de monitoreo y conservación de las estructuras arquitectónicas del sitio; elabora informes científicos y de divulgación; diseña circuitos turísticos de visita; organiza eventos para la adecuada difusión de la importancia histórico-cultural del lugar; y, promueve el desarrollo integral de la población local y nacional. A partir del año 2005 se dará inicio al primero de los proyectos del programa integral, promovido por el PEACS, de aplicación en el aspecto agrario de la zona, que será ejecutado por el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente (IDMA) con el apoyo económico del Fondo de Las Américas (FONDAM).
Las actividades de investigación en el valle de Supe, provincia de Barranca, desarrolladas desde 1994, han demostrado que Supe fue el asiento del primer Estado político formado en el Perú, con mayor datación de este continente y que Caral es el asentamiento urbano con arquitectura monumental más antiguo de América. Su antigüedad ha sido confirmada por cuarentidós fechados radiocarbónicos, entre los 3000 y 2000 años antes de nuestra era.

Bolívar y su dictadura

LLEGADA DE BOLÍVAR
Bolívar sabía que la independencia de la Gran Colombia nunca estaría segura sino se lograba definitivamente la independencia del Perú. Tampoco aquí se veía otra alternativa que no fuera la intervención del Libertador. Por su parte, Sucre, el hábil adelantado de Bolívar, había preparado eficazmente el terreno para la realización de sus planes. El Congreso solicitó con urgencia la presencia de Bolívar y tan pronto como éste hubo llegado le concedió la suprema autoridad.
BOLÍVAR Y EL FIN DE LAS GUERRAS DE INDEPENDENCIA
1 de setiembre de 1823 llegó Bolívar y fue declarado por el Congreso suprema autoridad militar.
Torre Tagle se mantenía como presidente, pero debía coordinar permanentemente con Bolívar. El Libertador se entrevistó con Riva Agüero para acabar con la duplicidad de poderes, pero no llegó a ningún acuerdo con él.
Más tarde lo acusó de conspirar al haber entrado en negociaciones con el virrey La Serna. Riva Agüero fue deportado a Europa y más tarde escribió sus memorias defendiéndose de estas acusaciones.
PATIVILCA, EL CUARTEL GENERAL
Bolívar estableció su cuartel al norte de Lima, en Pativilca. El Congreso puso en él sus esperanzas; por ello, destituyó a Torre Tagle, quien había entablado conversaciones con los españoles que no tuvieron resultados positivos. Frente al clima de inestabilidad constante que se vivía, se nombró a Bolívar como Director del Perú.
Bolívar decidió buscar el enfrentamiento definitivo con los españoles, pues era consciente de que el estado de guerra que se vivía no podría mantenerse por mucho tiempo, desde Pativilca preparó la campaña final. Dispuso levas y reclutamientos que han sido considerados inhumanos, ordenó la reorganización de las guerrillas, estableció una férrea y sangrienta disciplina manteniendo la pena de muerte. Ordenó la apropiación de todo lo de valor que hubiese en el territorio que ocupaba, dispuso que las iglesias debían de entregar sus alhajas y joyas a acepción de una cáliz, la custodia y un incensario. El enfrentamiento final tuvo dos escenarios: Junín y Ayacucho.
JUNÍN
En las pampas de Junín, el 6 de agosto de 1824, se enfrentaron los ejércitos patriota y realista.
A las dos de la tarde , la caballería patriota fuerte de 900 plazas recién aparecía por la quebrada para desembocar en la pampa, Bolívar al divisar la polvareda de la retaguardia enemiga ordena a la caballería de 900 hombres, comandada por el general Mariano Necochea que cargase sobre los realistas. Canterac, general español, al darse cuenta de su superioridad, 1200 soldados de caballería, ordenó el ataque. Eran las 5 de la tarde, el choque fue tremendo, los patriotas no pudieron desplegar sus escuadrones por lo estrecho del terreno, la caballería realista maniobraba mejor. La batalla era tenaz, pero los patriotas comenzaron en momentos que el general Necochea era herido, en ese instante entró en acción el escuadrón “Húsares del Perú” comandados por el argentino coronel Isidoro Suárez a insinuación del mayor peruano Andrés Rázuri, cargó por la retaguardia a los realistas confundiéndolos y desorientándolos, esto permitió a los patriotas rehacerse y volver a la carga para obtener la victoria.
AYACUCHO
Después de la derrota de Junín, Canterac pensó en reunirse con el virrey para enfrentarse con éxito a los patriotas. Bolívar sin prisa avanzó sobre la sierra central hasta llegar a Chalhuanca. El 24 de setiembre estableció su cuartel general luego de dictar disposiciones se retiró hacia la Costa a Pativilca para procurarse elementos y provisiones, encomendando la jefatura del ejército a Don Antonio José de Sucre.
Entretanto el virrey concentró sus fuerzas que sumaban 109 000 hombres y 11 piezas de artillería en Cusco, se puso en marcha hacía el norte buscando a los patriotas, ambos bandos tuvieron encuentros a lo largo de los ríos Pampas y Apurímac, el revés sufrido en el desfiladero de Corpahuaico por los patriotas significó pérdida de municiones, equipo militar y 200 hombres. El 6 de diciembre acamparon en la pampa de la Quinua, mientras el Virrey se apoderaba de las alturas del cerro Condornunca, ubicándose al norte de la pampa.
LA BATALLA
A unos 12 Km. de la ciudad entonces llamada Huamanga se halla la pampa llamada Ayacucho por los indígenas.
El sitio era favorable según el virrey José de la Serna, es necesario mencionar que, las tropas realistas habían sufrido una gran baja, el general Olañeta se había rebelado contra la Serna y se proclamó virrey del Alto Perú, a pesar de las contrariedades La Serna estaba dispuesto a tomar la iniciativa. Dispuso sus tropas del modo siguiente:
La división Valdez a la derecha del Condornunca, la división Monet al centro, la división Villalobos a la izquierda.
Su artillería de 14 cañones en sitios convenientes.
Por su parte Sucre formó el ejército Unido Libertador del modo siguiente:
La división La Mar a su izquierda frente a Valdez.
La división Córdova a la derecha frente a Villalobos. La división Lara en el centro y un poco a retaguardia junto a la caballería a órdenes de Millar, su única artillería compuesta por un cañón.
Los realistas contaban 9 310 hombres y los patriotas, 5580. Al amanecer del 9 de diciembre de 1824 todo estaba dispuesto, a las 10 de la mañana se rompen los fuegos en la primera fase de la batalla, los realistas hacen retroceder a los patriotas, en la segunda fase el general Córdova llega a hacer retroceder a los realistas, ayudado por la caballería desorganiza la izquierda realista. La Mar mantiene firme las filas patriotas el ataque del ejército del centro dirigido por Monet es contenido. La batalla terminó en la cima del Condornunca a la 1:00 p.m, con la victoria de los patriotas sobre los realistas y la firma por parte de éstos de la Capitulación de Ayacucho.
LA RESISTENCIA REALISTA
Tras el retiro de La Serna y sus tropas, quedaron en el país dos guarniciones militares realistas: Una, al mando de Olañeta, en el Alto Perú y otra, con Rodil, en el Real Felipe. Sucre fue enviado a combatir a Olañeta, pero el general realista ya había sido depuesto cuando llegó a la región. Allí, Sucre proclamó la independencia de la zona y la llamó República de Bolívar (1825).
La situación del Real Felipe fue distinta. A pesar del hambre y las enfermedades, Rodil, y toda la población realista refugiada en dicho baluarte militar, resistió hasta inicios de 1826, cuando capituló.
Después de la victoria de Ayacucho, Bolívar convocó nuevamente el Congreso, el cual se encontraba en receso desde el año anterior. La reunión de los congresistas tuvo lugar el 10 de febrero de 1825 y ante él Bolívar renunció, renuncia que no fue aceptada ya que se consideraba que la obra del Libertador no estaba concluida y que era necesario prorrogarle su mandato para que así lo hiciera.
DICTADURA DE BOLÍVAR
Así lo aprobó el Congreso y se disolvió el 10 de marzo de 1825, este gobierno dictatorial duró hasta principios de 1827, año en que una rebelión producida en Lima acabó con el régimen bolivariano en el Perú.
Bolívar era ferviente partidario del sistema republicano, pero conocía también de la falta de preparación de nuestro pueblo para efectivizar el régimen por la falta de oportunidad en el ejercicio público que nos negara la colonia, así como reconocía además los peligros que el republicanismo encerraba cuando afirmaba: “Que el pueblo se engaña fácilmente, toma como realidades las que son puras ilusiones; toma la licencia por libertad, la traición por patriotismo, la venganza por justicia”.
Entendiéndolo así buscó un gobierno adecuado a las circunstancias del momento y esto lo encontró o por lo menos creyó encontrarlo – en la República Conservadora o Vitalicia – que no es, sino una mezcla de Monarquía y República.
La Constitución que dio para el Perú y Bolivia en 1826 plasma estos ideales al establecer el Poder Ejecutivo, cuyo jefe tendría el carácter vitalicio y el Poder Legislativo con tres cámaras: Tribunos, Senadores y Censores.
Sin embargo, este proyecto también fracasó, pues la dictadura fue mal recibida por la mayoría de los peruanos, se pensaba y con razón, ya que con el término de la guerra emancipadora, debería de terminar también el gobierno de Bolívar, para dejar al propio pueblo peruano la elección de su gobierno, de acuerdo a los principios e ideales por los que se luchó en la guerra emancipadora.
Así pues en este periodo que va desde el Protectorado, en 1821 hasta la Dictadura en 1826, el Perú busca su destino político al tratar de elegir una forma de gobierno; forma de gobierno que asimismo, va desde el intento de la Monarquía Constitucional, con San Martín, a la República Conservadora o Vitalicia de Bolívar, siendo la República Liberal o Representativa la que en definitiva se implanta y que fuera consagrada, primero por la Constitución de 1823 y, después, por la Constitución de 1828.
EL PROBLEMA DEL ALTO PERÚ
Esta región desde tiempos del virrey Abascal había pasado a formar parte del virreinato peruano, pero posteriormente había integrado el Virreinato del Río de la Plata, de modo que los partidarios para su anexión a uno de los bandos era numeroso.
Surgió una tercera posición que encarnaba la idea de que el Alto Perú debería de formar una república nueva.
En está situación y antes de disolverse el Congreso peruano, en asamblea del 23 de febrero de 1825, se acordó dejar en libertad a los alto peruanos, para que resolvieran lo conveniente.
Lo propio hizo el Congreso argentino, Sucre que había asumido el gobierno convocó a un Congreso en Chuquisaca, iniciándose las deliberaciones el 10 de julio de 1825, el 6 de agosto el mismo año se acordó por unanimidad la independencia del Alto Perú.
LA CONSTITUCIÓN VITALICIA DE 1826
La llamada Constitución Vitalicia que Bolívar redactará para los peruanos reconoce la división de los poderes:
Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral.
El Ejecutivo, integrado por un presidente vitalicio con facultad de designar a su sucesor, un vicepresidente y tres ministros. El Legislativo, residía en tres cámaras: tribunos, senadores y censores.
El Judicial, se ejercía por la Corte Suprema y demás Tribunales de justicia.
El Electoral, estaría compuesto por electores nombrados por ciudadanos en ejercicio.
Bolívar sometió esta Constitución para su aprobación al Congreso del Alto Perú y para el nombre de la República eligió el de Bolivia, Sucre salió elegido presidente de la nueva república, cargo que aceptó por sólo dos años.
Esta Constitución la sometió Bolívar del Perú, pero el Congreso no se pudo reunir, por lo que su aprobación fue sometida a los colegios electorales, quienes la aprobaron excepto el de Tarapacá, el 9 de diciembre de 1826, al conmemorarse el segundo aniversario de la firma de la Capitulación de Ayacucho fue jurada en ambas repúblicas.
OBRA ADMINISTRATIVA DE BOLÍVAR
  • Estableció la Corte Suprema de la República y las cortes superiores de Trujillo, Arequipa y Puno.
  • El departamento de Trujillo se denominó de “La Libertad”, el de Huamanga “Ayacucho”, Huanuco fue Junín.
  • Dio drásticas disposiciones para combatir el contrabando así como el incumplimiento de sus funciones en los empleados del ramo de hacienda.
  • Creó el Tribunal de Seguridad Pública para castigar los delitos de sedición, traición o infidencia.
  • Se reabrió la antigua Universidad de San Carlos en Ayacucho.
  • Dispuso la construcción de caminos entre Cusco, Puno y Arequipa.
  • Se crearon juntas de salubridad en Lima y provincias.
  • Se fomentó la exportación de las minas de Cerro de Pasco.
  • Se crearon nuevos impuestos.
Además, el Congreso de 1825 fijó en forma definitiva la bandera y el escudo de armas nacionales.
La bandera estaría compuesta de tres franjas en sentido vertical, rojas las exteriores y blanca la del centro, en esta faja central debería llevar el escudo de armas, para constituir en conjunto el pabellón nacional.
El escudo estaría dividido en tres campos: azul celeste a la derecha con una vicuña con la mirada dirigida hacia el interior; blanca la de la izquierda que debería de contener el árbol de la quina y otro campo rojo inferior que mostraría una cornucopia derramando monedas de oro. Todos ellos simbolizaban la riqueza de nuestra patria en los tres reinos.
extraído de tarea veintiuno



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otro punto de Vista más aceptado es: Del Libro Historia del Perú de Telmo Salinas García 

Prórroga de la dictadura de Bolívar
Convoca al Congreso Constituyente y éste le prorroga la dictadura.
Al iniciase el año 1825, la independencia del Perú estaba prácticamente consumada. Convocado por el libertador el 10 de febrero de 1825, se reunió nuevamente el Congreso, que estaba en receso desde que le confiriera los poderes dictatoriales. Ante él presentó Bolívar la renuncia de dichos poderes, pero los diputados se negaron a aceptarla aduciendo que la obra del libertador todavía no estaba terminada.
Aunque Bolívar se retiró del recinto parlamentario dejando la impresión de que no aceptaría la prórroga, esa misma noche el Congreso aprobó, por unanimidad, la prolongación de la dictadura hasta la reunión del segundo Congreso.
En realidad, esta continuación de sus amplios poderes armonizaba plenamente con los planes políticos que tenía Bolívar. Sin embargo, la prórroga de la dictadura dio lugar a que se formara una creciente oposición contra él.
* Honores y recompensas para los libertadores.- el congreso declaró a Bolívar “Libertador, Salvador y Padre de la Patria”, decretándole honores de Presidente de la República durante toda su vida y otros homenajes y recompensas.
A Sucre le dio el alto rango de Mariscal de Ayacucho y le regaló una hacienda. A todos los que habían participado en las campañas finales por la independencia, el Congreso los declaró “Peruanos de Nacimiento” y destinó un millón de pesos para que fuera distribuido entre todos.
* El Escudo de Armas y Bandera del Perú.- Durante los treinta escasos días que sesionó el congreso, adoptó importantes acuerdos. Uno  de ellos el que fijó definitivamente el Escudo de Armas y la Bandera del Perú (Decreto del 25 de febrero de 1825).
Finalmente, dio por terminada sus funciones y se recesó definitivamente el 10 de marzo de 1825.
* Triunfal viaje de Bolívar hasta el Alto Perú.- En el mes de abril el libertador viajó a los departamentos del Sur, teniendo como destino final el Alto Perú. Mientras tanto quedó encargado del mando el Consejo de Gobierno, presidido interinamente por Unanue.
El paso del libertador por los pueblos de Ica, Arequipa, Cuzco y Puno fue verdaderamente apoteósico, pues se le rindieron extraordinarios homenajes. La oratoria y literatura en su honor llegaron a extremos de grandeza y de servilismo. En medio de todo ello destaca de un modo especial el magnífico discurso que le dedicara en el pueblo de Pucará el Dr. José Domingo Choquehuanca, calificado con justicia de “Breve Poema Épico”.
Bolívar culminó su triunfal viaje en las altas cimas del Potosí (Alto Perú), coronando así sus más caros sueños libertarios. A su paso por los pueblos fue dictando importantes decretos para el gobierno del País.
Oposición liberal a las ideas políticas de Bolívar:
La Prórroga de la dictadura originó una creciente oposición contra el libertador, impulsada por el nacionalismo peruano y el anhelo de tener un gobierno democrático. Las maniobras realizadas por Bolívar y sus partidarios para la aprobación de la Constitución Vitalicia y sus planes federativos aumentaron dicha oposición fomentada principalmente por los liberales encabezados por Luna Pizarro.
* Dura Política Represiva.- Una serie de negativos acontecimientos vinieron a aumentar la resistencia contra el libertador. Uno de los más lamentables fue el fusilamiento del general Juan Félix Berindoaga, ex ministro de Torre Tagle, acusado de traición a la Patria.
Por otra parte, ocurrieron sublevaciones en algunos cuerpos del ejército, las que fueron duramente reprimidas, incluso con el fusilamiento de algunos cabecillas.
Asimismo, por reales o supuestas conspiraciones, se apresó, procesó y deportó a numerosos jefes militares peruanos, argentinos y chilenos y muchos ciudadanos, uno de éstos fue Luna Pizarro.
* Se frustra la reunión del Congreso.- otro acontecimiento que contribuyó a aumentar la resistencia al libertador fue el aplazamiento de la reunión del segundo congreso, que debía realizarse el 1826 con los diputados que habían sido elegidos. Como surgiera entre ellos una minoría opositora, los bolivarianos realizaron una serie de maquinaciones hasta lograr que los opositores fueran descalificados. Luego, el gobierno decretó el aplazamiento del congreso.
Fin de la influencia bolivariana en el Perú
 El libertador regresa a Colombia.- las alarmantes noticias de que la Gran Colombia corría peligro de desintegrase por las ambiciones y afanes separatistas de los caudillos, hicieron que Bolívar se determinara a regresar a Bogotá.
* Al conocer esta decisión, sus partidarios trataron de que no lo realizara, pero él de todos modos se alejó del País el 03 de setiembre de 1826, embarcándose en el barco “Congreso”.
Promulgación y jura de la Constitución Vitalicia.- la Partida de Bolívar no significó, sin embargo, la eliminación de su poderosa influencia política, pues quedó encargado de realizar sus planes el Consejo de Gobierno, presidido por Santa Cruz.
Habiendo sometido la constitución Vitalicia a la consulta de los Colegios Electorales fue aprobada por la mayoría de éstos, con la única excepción del Colegio de Tarapacá.
El 30 de noviembre de 1826, el Consejo de Gobierno promulgó la nueva Constitución y declaró que Bolívar era el presidente vitalicio. Por su parte, el Congreso de Bolivia la había aprobado el 06 del mismo mes.
La jura de la nueva Constitución se realizó el 09 de diciembre de 1826, en una fría y deslucida ceremonia, pues la opinión pública consideraba que dicha carta había sido aprobada por medios forzados e ilegales, sin consultarse verdaderamente la voluntad popular.
* Derogación de la Constitución Vitalicia.- No duró mucho, sin embargo, la Constitución Bolivariana. El 26 de enero de 1827 se sublevaba la división de auxiliares colombianos y apresando a su jefe, General Jacinto Lara, y a otros altos oficiales demandó regresar a su País.
Aquél mismo día una tumultuosa manifestación incitada por los liberales peruanos encabezados por Vidaurre y Mariátegui, pidió un cabildo abierto para pronunciarse sobre la vitalicia. Realizado éste se firmó un acta pidiendo a Santa Cruz su derogatoria, el restablecimiento de la Constitución de 1823 y la convocatoria de un Congreso Constituyente dentro de tres meses.
El 27 de enero una asamblea popular ratificó estos acuerdos. Finalmente, Santa Cruz, aceptó lo que se le pedía y convocó al solicitado Congreso. Poco después las divisiones colombianas viajaron a su País. Había terminado la influencia bolivariana en el Perú.